martes, 9 de junio de 2009

La copa por la vida

Pablo Mora





Hoy levanto mi copa por la vida
Gustavo Pereira




A espaldas de Sergio Stepansky, con permiso del León de Greiff, alegre sólo cuando estoy a solas y entre la noche, juego mi vida, cambio mi vida, la juego o la cambio por el más infantil espejismo, la dono en usufructo, o la regalo, la juego definitivamente, desde el principio hasta el fin; cambio mi vida por la cándida aureola del idiota o del santo, la juego por un traje a la medida, por lo que debería de ser y no ha sido, por los que serán, somos, fuimos, seremos o no seremos; por los exabruptos, los porcentajes exigidos, por los goles tintos que ligamos o alquilamos, por lo evitable, inevitable, postergable, por las posibilidades de la utopía, por lo factible y lo imposible, por quien elabora la vida humana o la devora, por las opciones, arreglos, alternativas o valores, por el argumento clave, por la fórmula del cálculo, por el abastecimiento de las masas, la consecuencia de los juicios; por las tendencias del mercado, por una iluminación total, por el papado, por el que siempre ha tratado, por los conflictos fundamentales, por la subordinación, la sumisión, la infidelidad, la lealtad; lo intangible y lo palpable, lo deleble, lo durable. Por los buenos, por los malos, los usados, los convertidos, jacobinos o paulinos, los expuestos, manipulados, los íntegros, impuros, los ingenuos, los ufanos, los variados, engañados, los corrientes, miopes o daltónicos, los violentos, exaltados, derivados, decididos, centralizados; los inspirados, excepcionales, dubitativos, exclamativos, los sistemáticos, aplicados, los pasibles o posibles, sospechosos, verdaderos, prepotentes, agregados, los inclusos, los reclusos, los imprescindibles, grises o notables, abastecidos, despreciados o apreciados, los constantes, inconstantes, cobradores, empleados, los devastados, religiosos, ceremoniosos, operativos, pomposos, disfrazados, revestidos, estrafalarios, obligados; los solemnes, sagrados, armados, profanados, organizados, depuestos, efectivos, movilizados, incorporados, atizados, ovacionados, satisfechos, engañados, destronados; los tumultosos, implacables, partidarios o malvados, exaltados, conducidos, depurados, editados, reeditados, recordados, protegidos, olvidados, impulsados, convertidos o frustrados; vencidos, salvados, condenados, terribles, desterrados, purificados o sangrados, espontáneos, conocidos, entrenados, repudiados, engarzados, anunciados, esfumados; citables, inevitables, concretos, esperados, transitados, enfrentados; videntes, invidentes, procedentes, empeñados, solipsistas, asombrados, extasiados, revelados, transmutados; sumisos, escondidos, perceptibles, hostiles, favorables, faroleados; obsesivos, avergonzados, misioneros, transgresores, embarazados. Por un plato de lentejas, un canto a España, unos pasos perdidos, las vocales de Rimbaud, el hueso innominado; por un vaso de aguardiente, ajenjo o vino, por lo eximio y lo rüin, lo trivial, lo perfecto, lo malo; por lo más anodino, lo más obvio, intrascendente, baladí; por una pipa, un crepúsculo, un gorila, dos panteras; por quien no almuerza, toma, ni se ríe, por quien no tiene su vestido azul, por el que nació o no ha nacido, por el que solamente ha nacido; por el gato triste, por el piojo ciego, lo amado, lo vivido, lo leído; por estas fiestas, estas horas, estas dudas, pugnas, pulgas; este rato, este sol, este trato, este viernes, este trago, esta copa; a espaldas de Dios… sin más ni más, así nomás, no más; por quien desencadene, atice y ría, por el vivir que se ha puesto al rojo vivo, con júbilo, vivamos la alegría, levantemos la copa por la vida, definitivamente la alegría, eternamente estalle la alegría, vivir por la alegría, combatir, de cara al sol, morir por la alegría.

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